martes, 12 de octubre de 2010

Ojos verdes, Rhett y Escarlata...



Un chico guapo... una chica guapa... dos personas que se atraen... las miradas llenas de deseo… sentados uno junto a otro... rozándose... compartiendo muslo contra muslo… pierna sobre pierna… no quedaba más espacio… procuraban que sus miradas no se cruzaran… cuando lo hacían una oleada de calor y deseo inundaba la sala… cuando lo hacían… acababan  comiéndose con la mirada... trataban de no mirarse y él hablaba a las amigas de ella, ella lo miraba a él con atención, mientras hablaba y hablaba sin parar, nunca antes había conocido a un hombre que hablase tanto, lo miraba tratando de descifrarlo… cuando ella se levantaba él la miraba a veces de reojo, como mirando hacia otro lado, creyendo que ella no se daba cuenta… él… ella... ambos al otro cuando creen que el otro no los mira... cuando creen que no le echa cuentas... en la misma casa, en el mismo sofá, juntos, dos cuerpos y un destino, y…

Sus amigas decidieron marcharse pensando que él hombre se quedaría… Allanando el terreno que pensaban abonado…

Ella lo había creído… se había puesto aquel caftán que él le había dicho un día, en que lo vio colgado sobre la silla de la habitación de ella, que le parecía una prenda extremadamente seductora… estaba segura de que él hombre de los ojos verdes y la sonrisa tentadora la seduciría… que se daría cuenta de que se lo había puesto por y para él...

Sus amigas habían acudido a su casa el día de las amigas… el día en que se reunían solo chicas… era su día… y por una vez lo habían roto… porque llegaron diciéndole que él iba a venir… había llamado a una de ellas, la que se lo había presentado, ya ni se lo plantearon, lo dejarían ser una más por el bien de Laura. A ella nunca la llamaba… solo lo había hecho la primera vez… para conocerla… le había podido la curiosidad. Aquel día había surgido algo entre ellos, una empatía, un más allá cuando conoces a otra persona que te atrae, que te gusta, que te disgusta, que te hace volver a sentirte bella, llena de vida y de pasión, que te hace creer que la flor se abre otra vez… que puede abrirse otra vez…

Ella se había sentido como una adolescente, se había puesto hasta dos rulos rosas en el pelo para dar volumen a su flequillo y así parecerle más atractiva, se había puesto litros de laca en el pelo… más tarde pensó sonriendo en cómo no había inflamado la estancia cuando estaban todos allí. Había hecho que su amiga le planchase el caftán mientras ella se planchaba el pelo y se pintaba los labios. Húmeda. Llena… Con una sonrisa en su boca… No se puso un sujetador… No se hizo un lazo en los cordones que caían del caftán desde su pecho… pensó que así estaría más tentadora… Pensó también dónde habría puesto… Se las prometía muy felices… al día siguiente era fiesta… y aunque tenía que trabajar… quizá… sólo quizá… despertase junto a un hombre a su lado…uno que le atraía físicamente…no quería pensar en nada más… no quería llegar a enamorarse otra vez… eso ya lo había pasado… eso no era para ella…

Él entró arrasándolo todo a su paso… la casa estuvo a punto de arder… ¡cómo ella por dentro…! la madera se quemó… ¡cómo ella por dentro…! Las velas se apagaron… fue el tumulto de la pasión lo que las enloqueció y de tanto enloquecerse acabaron por apagarse después de ondear luchando contra las olas de la tempestad que él había traído consigo.

… al final de la noche…

Él se fue…

… dejándola sofocada….llena de calor…

…y…

… subida a una bicicleta estática de madrugada, sudando su pervertida mente de fuego… su lujurioso cuerpo… viviendo pero sin vivir, viendo sin ver una de esas series online en una página de internet… hasta que pasaron un par de horas… hasta que se fue a la cama… hasta que se olvidó de sus ojos verdes, de sus fornidos brazos, de sus rizos... y los ardores que recorrían las más íntimas zonas de su cuerpo iban desapareciendo…

… sintió que el sueño la invadía…

Se metió en la cama desnuda… como siempre… siempre dormía desnuda… antes se quitó el camisón Marilyn que había pensado ponerse para él y por qué no … había decidido utilizar aunque solo fuese para ella.

Se metió en la cama pensando que quizá debería dejar de verlo…

Se metió en la cama pensando si sería gay…

Se metió en la cama pensando en si seguiría enamorado de su ex novia.

Se metió en la cama pensando si él pensaría que ella aún estaba enamorada de su ex novio.

Se metió en la cama pensando en lo que él se había perdido.

Se metió en la cama pensando en el derroche de pasión y sensualidad que podría haber sido…

Se metió en la cama sola… 
...y depilada...
...¡qué desperdicio!...


Se metió en la cama sola...

… sin unos brazos fuertes de hombre en los que acurrucarse, sin un cuerpo caliente junto al suyo, sin que la rodearan unos interminables brazos de oso, sin sentir su barba desgreñada contra sus mejillas, sin tocar, sin ensortijar sus dedos en aquel pelo voluminoso, sin apretarlo y tirarle de sus rizos mientras hacían el amor apasionadamente, sensualmente, con calma la primera vez, con pasión desatada la segunda, con ternura la tercera, desbordados por la pasión que habían sentido la cuarta… una y otra vez… hasta que sintieran sus cuerpos flácidos de tanta gimnasia física y mental.

Ella se metió en la cama sin besar aquellos labios que ya se le habían ofrecido en más de una ocasión, se metió en la cama… sola... con él sueño colgando de sus legañas… sola y solo con una almohada a la que abrazar…una almohada llena de un jardín de flores.

Se metió en la cama pensando en lo que él se había perdido…

… pensando en la noche de pasión ardiente que podía haber sido… pensando en cómo sería el choque de sus cuerpos…

Y  como Escarlata… llena de vida y energía para soportar todos los embistes que la vida pudiese ofrecerle, se dijo: “mañana será otro día…”

… y lo fue…

… y otro ocupó su lugar…

Y hubo fuegos artificiales, pasión de dos en uno que colapsó la calle donde vivía, su edificio tembló, hubo gritos de orgasmos encontrados al unísono, que se oyeron en la orilla del mar, arrastrados por el viento… los escuchó todo el pueblo… hubo pasión y vida… Y se quedó con el otro… el de tierra adentro… él que no pertenecía al mar… el de los ojos oscuros y profundos, aquel de quien siempre se había acordado…aquel que nunca pensó que volvería a ver más… aquel que apareció salido de la nada… aquel que había robado su sueño tantas noches… aquel a quien había conocido y desconocido… aquel a quien tanto había deseado…todas aquellas mañanas a primera hora, aquel que la miraba lleno de pasión desde su esquina… incluso a veces lleno de rabia y de desprecio, aquel que hacía que sus ojos coincidiesen y no le apartaba la vista… aquel a quien creyó olvidado pero que seguía ocupando una parte de su corazón, aquel a quien creía que ya nunca jamás volvería a ver, y como Rhett Butler apareció de nuevo para nublar sus sentidos, pervirtiéndolos todos los días… aquel, aquel que ahora podía ser suyo, hacer suyo… y que deseaba que la hiciese suya… aquel… a quien deseaba tanto ver a solas… y comprobar lo que sucedería, lo que podría pasar entre los dos… aquel… aquel que tiene nombre… de hombre… duro… especial, grande, inmenso… y entre sus brazos despertó abrazada… un día… una noche... otro día... sin hambre... sin sed... solo de cuerpos y de besos... una noche y un día y otra noche y otro día en que no había pensado dormir entre los brazos y abrazos de un hombre… y estrenó su cama de 1´50… y no les llegó para dar rienda suelta a la pasión… tuvieron… que…

… y es que Escarlata siempre tiene planes opcionales… ¿o es que no os habíais dado cuenta?


Isla Fernández

2 comentarios:

  1. Puffff, anonadado me hallo.

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  2. Espero que su "anonadamiento" sea para bien, sea usted quien sea. Pero recuerde: quedarse anonadado no es siempre bueno, es mejor seguir moviéndose, solo quédate parado y anonadado antes de irte a la cama..., tras reflexionar un poco... la cama... es el mejor sitio para hallarse anonadado, antes de irse a dormir... a ver que se pensaba usted...

    Besiños de Isla

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