domingo, 31 de octubre de 2010

La valkiria de pelo oscuro

"Siempre me instaron a que fuera otra
pero mi terquedad es infinita..."

…de mi adorado Mario Benedetti.

Esta cita de un poema de Mario Benedetti bien podría haber sido mía. Porque a mí "Siempre me instaron a ser otra", en todos los aspectos de mi vida, todo tipo de personas, familia, novios, en el trabajo, amigos/-as, personas externas a mí… Unos querían que estudiase otra cosa, otros deseaban que me quedase aquí cuando me fui lejos, muy lejos, a perseguir mi sueño, otros deseaban que tuviese un novio con pedigrí, yo los preferí sin él… Otros, llegado un momento dado de mi vida, esperaban que fuese dúctil, dócil y mansa, sin embargo, en respuesta, les planté cara, yo, tan pequeñita, les ofrecí batalla, derramé mi sudor, mi sangre y mis lágrimas, y me convertí en una guerrera cuando no sabía que habitaba una dentro de mí. Me convertí en una valkiria de pelo oscuro luchando por sus sueños, luchando por sus ideales, porque yo siempre he querido ser yo, ambiciosa pero honesta, libre pero también encadenada a mis sueños, amada y amante… Y ese yo, que siempre llevé dentro de mí, el de la terquedad infinita, salió cuando tuvo que salir, ese yo que tanto me aporta cada día, el que me ha llevado a vivir mi vida actual, tan plena, tan llena, ese yo que me llevo un día a recorrer un camino que en un principio fue doloroso, extremadamente doloroso, pero tenía que hacer ese viaje de expiación, tenía que dejar cosas y personas por el camino, todo aquello que me hacía daño y aún así seguía manteniendo ahí porque no sabía, tal vez, no quería decir que no, quizá, porque no había aprendido a soltar lastres, porque nunca me habían enseñado, mi yo,el de la terquedad infinita, lo aprendió sola. Yo soy ese yo que decidió un día salir de su caparazón de cangrejo, romperlo para hacer renacer uno nuevo, un yo que me llevo a encontrar cosas nuevas en la vida y completamente diferentes a las que tenía antes de convertirme en la valkiria del pelo oscuro, que me llevo a llenarme de aficiones, cosas y personas nuevas y viejas que necesito, de reencontrarme con gente que siempre me hizo mucho bien, de volver a vivir, a sentir, de una manera más plena, sintiendo y sonriendo a cada instante, viendo como la sonrisa me es devuelta a cada paso de mi camino. Y aunque sé que aún me queda mucho camino por recorrer estoy en ello... ;-) y me encanta dar mis pequeños pasos de cangrejo todos los días, son pasos firmes, llenos de razón, contundentes, que saben el camino que quieren recorrer. Pero sobre todo me encanta quien soy, yo, la misma de siempre, la misma esencia, el mismo perfume de honestidad y sencillez, soy yo, pero mejorada... y esperando siempre mejorar cada día más y más, paso a paso... por el camino que me he marcado.


¡¿qué os pensabáis que iba a recorrer mi camino sin mis tacones?!

¿Será quizá gracias a Mario?

Isla Fernández

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