lunes, 11 de octubre de 2010

Siempre en la lucha

Entiendo perfectamente lo que se le pasa por la cabeza al protagonista del video, y que al final lleva a cabo. Lo entiendo perfectamente porque a mí, cuando estaba débil, se me pasó muchas veces por la cabeza, pues el acoso te deja machacado, te deja con unos niveles muy bajos de energía. Durante más de un año deje de ser yo, deje de vivir para convertirme en una autómata. Deje incluso de sentir, yo, que siento la vida de una manera tan extrema... tuve amnesia de vivir y de sentir, pero la recuperación llega, llega la luz al final del túnel, os lo puedo asegurar. Es algo con lo que seguiremos viviendo todos y cada uno de nosotros, los que lo pasamos, seguirá estando ahí, porque deja una huella indeleble en nosotros, pero sí que podemos superarlo, hay que buscar ayuda, legal, psicológica, de asociaciones contra esta lacra de la sociedad, de amistades que de verdad nos escuchen, hay que buscar una “red social de apoyo” (aquí volviendo a parafrasear las palabras de una acosada, Loli Conchado). Tenemos que rodearnos de gente buena y positiva. Tenemos que ser más fuertes de lo que somos y no permitir el acoso, la persecución y la represalia en nuestro trabajo. Tenemos que luchar e ir contra los que nos acosan, incluso si nuestros problemas laborales acaban en el juzgado. Incluso si no ganamos, sabemos que contamos la verdad, y eso, eso, nadie nos lo puede quitar, arrancar. Hemos ido a por todas. Debemos ir a por todas. Debemos denunciar, y no ya por nosotros sino por los que vengan detrás de nosotros y puedan padecer una situación idéntica a la nuestra. Debemos gritar nuestros problemas a la sociedad. Debemos gritar más fuerte. No debemos callarnos. Tampoco debemos dejar de hacer nada cuando nuestro acoso se haya visto resuelto. Debemos seguir participando en asociaciones, debemos seguir ayudando a otros acosados a que vean la luz, a que sepan que hay posibilidad de recuperación tanto física como psicológica, incluso aunque hayamos quedado muy tocados por lo que nos ha pasado. Yo ahora después de una larguísima baja me he reincorporado al trabajo, un trabajo que además me gusta y que es mi pasión, un trabajo para el que he nacido. Lo luché todo porque no quería que todo el esfuerzo que había hecho para conseguir mantenerme en mi puesto se viniese abajo. Lo luché porque tengo un buen currículo (aunque esto no esté bien decirlo y menos en público). Lo luché porque consideraba que debía hacerlo, porque quería y necesitaba justicia. Luché todas y cada una de las sanciones que me ponían, como una en la que se decía que no había asistido al trabajo y me sancionaron con unos días sin empleo y sin sueldo, lo cual se demostró en el juzgado que era una falsedad y que menda lerenda si había asistido a su trabajo y lo había desarrollado aquel día (deciros también aquí que una de mis mejores amigas, que trabajaba conmigo, y que ya no está en la empresa, declaró contra mí, y no solo en ese juicio sin en todos… Luego consiguió estar en mi puesto cuando yo estuve de baja y realizar las mismas funciones que yo realizaba. A día de hoy ya no está allí). Debemos luchar contra la persecución y la represalia del acosador. Debemos ser fuertes. Ya sé que es muy difícil decirlo, y mira quien lo dice, una persona que se pasó mucho tiempo amnésica, que pasó más de una año sin salir de casa, excepto para ir a buscar la baja al médico y luego enviarla por correo porque no podía ver la cara de su jefe, ni de los compañeros que la habían perseguido y atacado e incluso ido a declarar contra ella (yo misma), y aquí he de decir que muchos no me conocían, que muchos no estaban en mi despacho y pululaban por otros sitios y fueron a declarar a favor del empresario. A esos les he perdonado, he tenido esa capacidad, lo que sí no puedo hacer es olvidar. Como decía Jorge Luis Borges: “Hay algo que no existe: el olvido”… y en cuanto a eso decir que los acosados no olvidamos y eso tampoco es malo porque mantiene nuestros niveles de alerta al máximo. Pero me estoy yendo un poco por las ramas, cuando lo más importante aquí es decir que todos los que os sintáis acosados en vuestros respectivos trabajos denunciéis. ¡Debéis hacerlo! Con ello conseguiremos alzar nuestras voces, gritar al mundo lo que nos pasa, de esta manera trataremos de evitar esta lacra que está cada día más presente en nuestra sociedad, sobre todo ahora en una situación de crisis en donde el empresario busca que el acosado se vaya a “coste cero” como muy bien dice el magistrado Ramón Gimeno Lahoz en su libro y tesis doctoral: La presión laboral tendenciosa, desde la óptica de un juez, que trata sobre el, nuestro mobbing laboral. También yo me pregunto qué narices están haciendo los políticos sobre este tema. Un tema que afecta día tras día a miles y miles de trabajadores… Nuestro actual gobierno antes de ser elegido democráticamente en las urnas llevaba en su programa electoral un borrador de proyecto de ley del magistrado citado anteriormente pero tras haber sido elegidos nunca más se supo. En este proyecto de ley se trataba de hacer una legislación más contundente contra el acoso y los acosadores… pero no hemos oído hablar más de ello… Pues bien, a mí me gustaría que siguiésemos luchando para cambiar las leyes contra el acoso en España, y que este borrador de proyecto de ley fuese pasando por diferentes estamentos, que no se quede en agua de borrajas como se está quedando… Debemos luchar compañeros, incluso si las cosas no nos salen bien en el juzgado. Debemos luchar porque vamos con la verdad por delante. Debemos luchar porque el acoso ha traído a nuestras vidas un cambio radical, muchas veces tanto físico como psicológico como moral y social. Y ya no somos los mismos. Yo hoy he vuelto a trabajar tras una larga, larguísima baja, mi acoso me trajo una enfermedad, lo pasé muy mal y muchas veces pensé en hacer lo que hace el protagonista de esta película, y aquí debo de dar las gracias a Juan Couce por pasarnos este video. ¡Veo que sigues en la lucha compañero! Te admiro y respeto por ello. Y ahora que he vuelto al trabajo, a mi trabajo, donde fui acosada, y que es el trabajo de mi vida y lo que más me gusta hacer, he vuelto con la cabeza bien alta, orgullosa de mi misma, llena de vida, y amanezco todos los días con una sonrisa, y perdoné, tuve esa capacidad, lo que sí que no tengo es la capacidad de olvidar, y quizá eso sea bueno porque mantiene todos nuestros niveles de alerta activos. Ahora miro a mi jefe, y él baja la cabeza, no me mira directamente a los ojos y me considero una ganadora. Tengo un coordinador y mi jefe no me da las órdenes directamente. Aún me quedan unas cuantas batallas que ganar, no sé si las ganaré o no, pero lo que no voy a consentir es que las cosas se queden como estaban. ¡Yo lo he denunciado todo! Y creo, sinceramente, que eso es lo que hay que hacer. ¡Qué la gente se entere! Eso es importante.



Cuando el acoso laboral se lleva al extremo y te acusan de un hecho que no has cometido provocando el rechazo de tus compañeros, ir a trabajar puede convertirse en una pesadilla. Si además te condenan y pierdes tu trabajo, tus vías de escape se reducen drásticamente.
Sí hay que gritar. Sí podemos hacernos oír.

IN MEMORIAM DE TODOS LOS ACOSADOS QUE HAN LLEGADO A UNA SITUACIÓN TAN EXTREMA.


Dedicado a Susi Graña y a todos los acosados del mundo. ¡Eres una luchadora, no lo olvides jamás, nunca, Susi!

Dedicado también a AGACAMT y a todos mis compañeros en la lucha.

El video es deferencia de J.R.Couce. ¡Gracias J.R!


1 comentario:

  1. gracias laura por dedicarme el articulo que has escrito,
    si he luchado pero sabes de que me sirvió?
    la victima fue condenada,ya no queda nada que hacer me siento vacía totalmente después de tanta lucha,si es puro pesimismo así me siento
    todo acabo.y ahora me pregunto mi lucha sirvió para algo?
    muchas gracias por todo

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