sábado, 10 de octubre de 2009

Cangrejiana

Este mundo es terrible, la gente hace daño por hacer. Te hace la cama y aún pretende que seas su amigo para los restos. No va conmigo. Aunque se me malinterpreta porque soy dada a no buscar pelea, ni bronca, ni a enfadarme, soy de esas personas que se enfada en el momento, que sí le da importancia al daño que le puedan hacer, pero luego no es que me pase, tampoco es que sea rencorosa, perdono con facilidad, pero eso si, me repliego, no vuelvo a entregarme al actor del daño, no le vuelvo a dar todo de mí. Simplemente no dejo que me vuelvan a hacer daño ni a sufrir por ello. Dejo de ofrecer batalla, me doy cuenta de que no vale la pena y simplemente paso. No es que no vuelva a tropezar y a seguir dándome batacazos. No conozco a nadie que se haya dado más. La vida está para eso. Si que vuelvo a tropezar, supongo que como todos, pero eso sí, me guardo muy mucho de tropezar en la misma piedra. ¡Tropiezos sí, por favor! ¡Quiero sentirme viva! ¡Quiero vivir! Como diría mi admirada Susan Hayward en aquella inolvidable película por la que unos c……. con las riendas de la academia decidieron no premiarla con el Oscar… ¡Qué se le va a hacer! Nadie ha dicho que la vida sea fácil ni que siempre obtengamos lo que nos merecemos. ¿Se dan cuenta? Tengo tendencia a la dispersión… Me voy por las ramas… Estaba diciendo que así que como cangrejo que soy, voy y me repliego, me meto dentro del duro y consistente caparazón canceriano- cangrejiano para que no me vuelvan a dar una puñalada trapera por la espalda cuando voy y echo la cabeza para sonreír al mundo y ofrecer una vez más mi buena voluntad. Soy una cangrejiana característica. Un paso adelante, dos marcha atrás, ¿nunca se han dado cuenta de cómo anda un cangrejo? A veces me quedo mirándolos en la playa, cuando paseo, y no me da vergüenza decirlo, chapoteo como los niños en las pocitas (el agua allí está normalmente más calentita). Pues bien, los cangrejos andan exactamente como yo… ¡qué manda narices! Que al que se le haya ocurrido escoger al animalito de turno característico de mi signo si que sabía de comportamiento humano. Pero ¿nunca se han dado cuenta de que a veces después de esa marcha atrás se ponen a correr muy decididos? La mitad de las veces no se sabe a donde van, la otra mitad simplemente van a por su objeto más valorado y como lo agarren les advierto: ¡tengan cuidado! Sería mejor que me escuchasen porque la pinza del cangrejo es alargada y cuando atrapa a su presa no la suelta, pero no se crean, objeto o persona pinzados se sentirán confortablemente atrapados bajo sus pinzas. Amorosamente cuidados y arropados, eso sí, abstenerse advenedizos, poco fidedignos, trepas, mentecatos sin cerebro y gente sin corazón, porque a esos, estén seguros, mis pinzas de cangreja no los atrapará jamás. Esos, están a salvo.



2 comentarios:

  1. Noraboa por este estupendo blog.
    Gústame o nome de guerra,tan explosivo ou sonoro como o que eu teño;iso esta ben, non hai que deixar o mundo sen que de nos se esquenza. Síntome moi identificada co que escribes, tamén son dos dous extremos, so que eu son escorpio, e ultimamente tamén me oculto nalgunha coraza, pero o meu sorriso, so para aqueles que o merecen.

    Un bico

    ResponderEliminar
  2. Graciñas a tí por darme el empujón que necesitaba para hacer públicos unos pequeños y humildes escritos que guardaba escondidos en un cajón desastre.

    Un sorriso agarimoso pra ti bonitiña

    ResponderEliminar