sábado, 10 de octubre de 2009

Erase una vez que volvía al trabajo


Mañana hay que volver al trabajo. No apetece nada, sobre todo cuando hace tan buen tiempo y dan ganas de ir a la playa a tomar los primeros baños de sol, sobre todo cuando la mala educación y el no saber estar prolifera en las aulas. Aunque hay personas por las que vale la pena dedicarse a este trabajo, dejarse la piel en el, y es que hay gente que te hace sentir válida, que hace que valga la pena intentar cada día transmitir algo y dejar también que ellos te lo transmitan a tí, sobre todo en las clases que no son obligatorias, en esas a las que se apunta gente con necesidad de aprender, algunos no porque tengan un examén, sino simplemente por el hecho de aprender, avidos de lo que les puedas enseñar, muchas veces me pregunto que querran aprender de mí cuando la mayoría de las veces soy yo la que aprende de ellos...




Mañana me levantaré con una sonrisa porque en realidad me gusta mi trabajo, bueno, digamos que con media sonrisa, y es que no voy a querer salir de la cama después de tantos días de levantarme tarde y vaguear.



Propuestas para después de hoy: 1.- Regresar al gimnasio ( me estoy cayendo a pedazos) 2.- No dejar que mis amigas me quieran presentar a algún posible candidato a Mr Darcy, yo quiero a Mr Rigth, hacérselo entender, o sino voy a llegar a casa con una depresión que me lleve a la ingesta masiva de valiums, tranquimacines o pildoras similares ( aquí podría hacer un chiste y decir que ya no reconozco ningún tipo de pildora, pero resulta que no soy tan chistosa, aunque a veces si me gusta ser una payasa, pero solo me sale con aquella gente que me conoce bien). 3.- Comenzar a escribir este blog en forma de disparatada novela que me llevo proponiendo tanto tiempo.



Recomendación del día: leer a Mario Benedetti. Llega al alma.



Segunda recomendación (tal vez esta sea más importante): ver cualquier película de ese estupendísimo señor llamado Colin "Mark Darcy/ Mr Darcy" Firth. Algún día también les hablaré de esa magnífica recreación llevada a cabo por la BBC de la novela de Jane Austen, "Orgullo y prejuicio", donde hacía el papel de Mr Darcy y que hizó que saltase a la fama. Algunos de ustedes recordarán sin lugar a dudas cuando salía de su baño en el lago con aquella camisa blanca empapada sobre su pecho. ¡Sin palabras! Pero ahora y hasta que encuentre la pasión necesaria que hay que tener para escribir de él, ¡porque con ese hombre hace falta pasión!, les dejo con una foto suya, ¡mejor un par de ellas!. Todo un regalo para sus ojos, o por lo menos para los míos.




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