Demasiado dulce para ser real. Demasiado real para ser misteriosa, aunque me hubiese gustado ser toda una Barbara Stanwyck de mi tiempo. Demasiado tímida aunque no lo parezca.
Me muevo entre los extremos: A veces realista... A veces soñadora.
Siempre llevo paragüas porque odio mojarme el pelo. Soy una Mary Poppins del siglo XXI que debería asegurarlos cuando los compro pues los pierdo cada dos por tres y luego no puedo volar. Soy despitada. Muy despistada…
Me encanta perderme caminando por las playas de los alrededores de mi ciudad...sin importarme el tiempo, solo la visión de las olas bailando en el mar, sintiendo el aire fresco marino acariando mi cara y mi pelo, notándolo en mis huesos… ¡qué delicia!
Me gusta el olor de mi cuerpo justo después de ponerme mi hidratante de vainilla tras una larga ducha.
Y aunque haya que hacerlo... no me gusta poner los pies en el suelo sino soñar.
¡Gracias por visitar el blog de La Ingenua Explosiva! Ella os daría las gracias en persona pero es que anda por ahí perdida, ¡aunque ella dice que no!, cantando, bailando, cocinando una tarta de arándanos o un pastel de chocolate, dando un paseo hacía atrás junto al mar como el cangrejo de su signo, dándose un baño de luna llena en la playa. Quizá os la encontréis leyendo una novela sobre su roca favorita, tal vez hablando con sus amigos los cangrejos, que andan exactamente igual que ella, un paso adelante y dos atrás antes de decidirse a clavar su pinza, o quizá pueda que os la escontreis escribiendo escondida en alguna duna desde la que pretende que no la vean... Esquivando, encontrando, unas veces odiando y la mayoría amando… Y mientras, sonríe, llenando su risa de todos los colores del arco iris. Seguro que estará tratando de hacer realidad sus sueños… ¡qué no son pocos!
A todos los que la visitéis y no podáis encontrarla me ha dicho que os regale un abrazo en su nombre.
¿No es una chica encantadora esta ingenua explosiva?
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