sábado, 10 de octubre de 2009

Dancing to Evolution´s Tune

¡Vaya! quien diría que tratar un artículo titulado Dancing to Evolution´s Tune (Bailando al son de la evolución) aparecido en el Times en el 2005 daría para tanto... No sabía que existía, jamás lo había leído cuando un día un alumno muy especial me apareció con una relación de títulos de traducciones aparecidas en un examén, y es que saben, o por si no se habían enterado aún, la ingenua del blog es profesora aunque no tenga pinta de ello, y de esas que se preocupan por los alumnos, pues bien, ni corta ni perezosa y por si el citado artículo aparecía en la red me puse a buscarlo y hoy lo hemos destripado en clase, la palabra "copulación" aparecía no sé ya ni cuantas veces... llegados a este punto he de decir que la mayoría de mis alumnos son hombres, solo tengo una chica en clase y la mayoría de las veces ni aparece... veamos, ¿por dónde estaba? ¡ya caigo, ya!: la palabra copulación... pues bien que con el fin de luego provocar una interacción oral entre mis alumnos (llegados a este punto he de decirles que mi campo es el inglés, que aunque muy bien hubiesen podido pensar que era el francés siento defraudarles) les hago leer el texto para corregirles la pronunciación, explicarla, etc... y luego lo traducimos, pues bien cada vez que leían la susodicha palabra, en sus voces la traducción de dicha palabra salía espontáneamente, abrupta, ronca, con fuerza viril, y yo, yo, intentando no ponerme morada, vamos, quiero decir que colorada, y cada vez que yo corregía mi voz salía de mi boca como un hilillo fino a punto de ser no deshilachado sino devorado por el eco de la clase, hasta que a uno de mis alumnos se le ocurrió decir que si el texto, que constaba de dos densas hojas, versaba sobre la busqueda de la felicidad, pues porque demonios el autor no lo había resumido en una sencilla frase o mejor en una sola palabra que pululaba por toda su redacción, y la palabra era... ¿adivinan ustedes a cuál le toco premio... ante lo cual estallé en una sonora carcajada... Nunca un texto había dado para tanto...

Minutos después salía ahogada con solo diez minutos hacía otro lugar, otra clase que requería de mi presencia, nunca antes había llegado en tan poco tiempo con el tiempo tan justo, me recorrí el espacio que quedaba entre una escuela y otra en menos que canta un gallo, aún sudorosa y sofocada... cuando salí de trabajar decidí no ir al gimnasio, ya había sudado suficiente por un día...

Después de aquel día, como no, lo volví a poner en otra clase que ya les he dicho que me gustan los líosl una distinta a la primera, y todo para conocer las reacciones de otros alumnos, sucedío lo mismo... No sé si serían las feromonas y que mis alumnos son como leones enjaulados...

... y el texto versaba nada más y nada menos que de la busqueda de la felicidad... ¡y pensar que yo me sigo conformando con abrazos!


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