Aunque creo que siempre tendré algo de ella, además de una pequeña pizca de ingenuidad, que espero no perder en toda mi vida, ni que me la arrebaten más de lo que ya lo han hecho.
PD: Tal vez un día les ponga en este mismo blog una foto de la esplendorosa mujer (y explosiva) en la que me he convertido. Si me decido...
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